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El Área de Judea y Samaria (en hebreo, אֵזוֹר יְהוּדָה וְשׁוֹמְרוֹן) (transliterado: Ezór Yehudá VeShomrón) es el nombre oficial dado por la Oficina Central de Estadísticas de Israel a la parte de Cisjordania administrada por Israel desde 1967 y no anexionada. No incluye por lo tanto Jerusalén Este, incluida a efectos administrativos en el Distrito de Jerusalén. Comprende las localidades judías situadas en esta región,[2] llamadas también asentamientos israelíes, y la población israelí residente en el área C, definida en los Acuerdos de Oslo de 1995 y bajo control del gobierno de Israel.[3]
Judea y Samaria son los nombres de las regiones históricas también conocidas como Cisjordania. Fueron administradas por Israel, con excepción de Jerusalén Este y de la zona fronteriza entre Israel y Jordania, desde la Guerra de los Seis Días, hasta que Israel transfirió la seguridad y la responsabilidad civil de la población palestina a la Autoridad Nacional Palestina en virtud de los Acuerdos de Oslo en 1995. En 2003 el Cuarteto para Oriente Medio, compuesto por los Estados Unidos, la Unión Europea, las Naciones Unidas y Rusia, presentaron una hoja de ruta hacia la paz que reafirmaba el establecimiento de un estado palestino en la región.[4] Las organizaciones palestinas reclaman su soberanía desde 1967. La ONU, la Corte Internacional de Justicia, la Unión Europea, y organizaciones humanitarias como Amnistía Internacional, Human Rights Watch y B'Tselem los denominan «territorios ocupados», mientras que Israel lo considera «territorios en disputa». Se espera que su situación política definitiva sea resultante de acuerdos de paz entre Israel y la Autoridad Nacional Palestina.
En 2012, el ministro israelí Naftali Bennett, líder del partido La Casa Judía, propuso que se aplicara la ley civil israelí también a los asentamientos del Área, a saber el área C de Cisjordania, y ofrecerle a los árabes que allí habitan la ciudadanía israelí. El 4% de los árabes palestinos viven en la zona C y todos los israelíes de Judea y Samaria viven allí.[3] Pero en mayo de 2012 los ministros israelíes, por influencia de Benjamín Netanyahu, rechazaron ese proyecto de ley, que habría implicado anexionar el Área de Judea y Samaria a Israel.[5]
Tras las elecciones generales israelíes de 2019 y la constitución del nuevo gobierno de Benjamín Netanyahu tras un acuerdo con Benny Gantz, ambos reafirmaron su intención de extender la soberanía israelí a todo el Área de Judea y Samaria, a saber la totalidad de los asentamientos israelíes y el valle del río Jordán, lo que representaría la anexión a Israel de 30% del territorio palestino de Cisjordania.[6]