En relación a todo ese conglomerado de
medicina alternativa, hay dos grupos principales: la pseudodiagnosis , entre las que destacan las reflexológicas, bioenergéticas con la
iriología, reflexología facial o podal por citar algunas. Y las pseudoterapias como las manipulativas, de reflejo, sensoriales, naturistas, acá se puede citar otras como la
acupuntura,
quiropráctica, auriculoterapia,
homeopatía, musicoterapia, etc. es inmensa la gama de estas “alternativas”. Una de las más conocidas sean la acupuntura, iriología, u homeopatía. Todas estas técnicas tienen sus principios bien camuflados y hacen pensar que son métodos naturales, que se utiliza el mismo cuerpo para saber lo malo que se tiene y las mismas plantitas o minerales que Dios creó para curarnos, que no son cosas artificiales, que es una “ciencia” más que Dios ha enseñado a algunos dándole inteligencia… cuando no entendemos algo, lo tildamos de inmediato como “brujeril”, es normal, pero al considerar bien los principios que suelen usarse para estas técnicas y el escaso o nulo respaldo científico que tienen, no se debería acudir a esas técnicas para encontrar alivio a las dolencias físicas, pues tienen un claro trasfondo ocultista. Dios en su palabra dice que la ciencia se multiplicará o aumentará (Dn 12:4) y así ha ocurrido a lo largo de la historia. Antiguamente la esperanza de vida era muy corta por el escaso conocimiento del cuerpo humano, de las causas de las enfermedades y las posibles medicinas. A raíz de ello, aparecían las personas que con métodos variados que iban desde lo folclórico hasta lo ridículo y cruel, se dedicaban a combatir las enfermedades. Extraían sus ideas de muchos pueblos paganos, el mismo Hipócrates, aprendía de los egipcios. Poco a poco y con el paso de los siglos, nació la ciencia como una necesidad imperiosa de ordenar la observación, la experimentación, el estudio, la disciplina, la comprobación, etc. Así nació la medicina alopática que hoy conocemos, ligada a las universidades y a los hospitales alrededor del mundo. Todas esas técnicas que dicen llamarse medicina alternativa, holística, no son nada más que psudomedicinas, es decir “falsas ciencias” , se basan en principios inventados o tomados de religiones orientales o bien de antiguas ideas en relación a la medicina, pero ya superadas hace muchos siglos. Ninguna de estas técnicas ha evolucionado como ocurre con la medicina tradicional, no se conocen estudios que avalen su efecto, ni sus mecanismos de acción, los supuestos casos de mejoría, no son validados, no hay estadísticas serias de ello, muchas veces son fruto del efecto placebo o se saca provecho de diagnósticos errados de médicos titulados. Uno de los principios más usados para estas pseudomedicinas, es el principio del macro y micro cosmos. Piedras labradas se han encontrado en Asia Menor mostrando la relación del iris del ojo con el resto del cuerpo. A los Caldeos de Babilonia, que fueron los que labraron esas piedras, se les conocía como adivinos. Además se cree que los caldeos y los babilonios, basándose en principios astrológicos, ya practicaban la
iridologia; pues también se han encontrado textos de la época gravados en tablillas de arcilla, en la que se hace una relación directa entre el cosmos y el hombre y especificando que todo lo que ocurre en el cosmos afecta al hombre y esto se manifiesta a través de cambios que pueden ser vistos e interpretados a través de sus ojos. La gente de las grandes civilizaciones antiguas de la Mesopotamia, partían de la base que todo lo existente, de última, forma una unidad y que cada una de sus partes se corresponden como imágenes reflejadas. En esa afirmación se basa la astrología: que el hombre es un microcosmos y el espacio el macrocosmos. Por esta razón, el hombre refleja lo que está “escrito” en las estrellas y se podría saber con ello, el futuro de la humanidad por las constelaciones. El principio básico de la enseñanza del micro y macrocosmos fue difundido por toda la tierra y por ello se le puede encontrar con diferentes énfasis en todas las religiones del mundo. Únicamente la Biblia desecha esta idea completamente. En el correr de la larga historia del ocultismo, se han sacado varias conclusiones de esta enseñanza. De esta manera, no solo la astrología se basa en este principio sino también, por ej, la lectura de las líneas de las manos. Se afirma que incluso el hombre mismo es un macrocosmos, el cual encuentra su reflejo en las manos, por esta razón se podría saber el futuro y el carácter, por medio de la lectura de las líneas de las manos. La misma idea se encuentra en el masaje conocido como “reflexología”, ahí se ve a la planta del pié como figura del hombre, la iriología en que el iris del ojo se observa como el microcosmos y muchos ejemplos más de prácticas que se basan en la enseñanza del micro y macrocosmos, por ej.: diagnóstico por el oído, por el pulso, acupuntura, homeopatía y de esta forma también la magia, entre muchos otros más. Todas estas prácticas no se dejan probar por la medicina, a pesar que ya muchos lo intentaron. Se basan todos en la enseñanza ocultista del micro y macrocosmos, la cual se basa en la afirmación que todo lo existente forma una unidad.