Παραδείγματα από το σώμα κειμένου για parafilia
1. Me doy cuenta del error de haber ido a una tienda de disfraces cuando, pasado el interesante momento plushófilo (parafilia por el peluche) de frotar nuestros pelajes, los trajes comienzan a ser un obstáculo.
2. El padre de una víctima agrede a Nanysex La noticia en otros webs webs en español en otros idiomas El abogado de la acusación particular, Manuel Maza, ha explicado a los periodistas al final de la vista que el forense que exploró a Nanysex durante la instrucción ha señalado que éste padece una parafilia pedófila de tipo fijo-invariable, por la que el paciente se siente atraído "sólo" por niños y niñas.
3. No era un asunto baladí: entre nosotros el manual de Comfort -que lo debía casi todo al célebre Human Sexual Reponse (1'66), la revolucionaria investigación de Masters y Johnson- venía felizmente a sustituir al retrógrado y verboso Libro de la vida sexual (Danae, 1'68), de Juan José López Ibor, la obra que convenció a no pocos nacionalcatólicos de que, al fin y al cabo, el matrimonio les permitía practicar con la legítima cosas que sólo se atrevían a llevar a cabo pagando (aunque desaconsejaba la práctica "por sí misma" de la felación, considerada una "parafilia patológica"). Por el contrario, en su Kamasutra de nuevo cuño Comfort hablaba sin aspavientos de roles (los gustos de la mujer contaban), de homosexualidad masculina y femenina, de swinging y sexo en grupo, de dildos y demás juguetes para el amor, de posturas, lametazos y succiones, de introducciones y sexo anal (en la primera edición no era muy partidario), de prácticas (amablemente) sadomaso y de fetichismos varios.
4. No era un asunto baladí: entre nosotros el manual de Comfort -que lo debía casi todo al célebre Human Sexual Reponse (1'66), la revolucionaria investigación de Masters y Johnson- venía felizmente a sustituir al retrógrado y verboso Libro de la vida sexual (Danae, 1'68), de Juan José López Ibor, la obra que convenció a no pocos nacionalcatólicos de que, al fin y al cabo, el matrimonio les permitía practicar con la legítima cosas que sólo se atrevían a llevar a cabo pagando (aunque desaconsejaba la práctica "por sí misma" de la felación, considerada una "parafilia patológica"). Por el contrario, en su Kamasutra de nuevo cuño Comfort hablaba sin aspavientos de roles (los gustos de la mujer contaban), de homosexualidad masculina y femenina, de swinging y sexo en grupo, de dildos y demás juguetes para el amor, de posturas, lametazos y succiones, de introducciones y sexo anal (en la primera edición no era muy partidario), de prácticas (amablemente) sadomaso y de fetichismos varios.
5. No era un asunto baladí: entre nosotros el manual de Comfort -que lo debía casi todo al célebre Human Sexual Reponse (1'66), la revolucionaria investigación de Masters y Johnson- venía felizmente a sustituir al retrógrado y verboso Libro de la vida sexual (Danae, 1'68), de Juan José López Ibor, la obra que convenció a no pocos nacionalcatólicos de que, al fin y al cabo, el matrimonio les permitía practicar con la legítima cosas que sólo se atrevían a llevar a cabo pagando (aunque desaconsejaba la práctica "por sí misma" de la felación, considerada una "parafilia patológica"). Por el contrario, en su Kamasutra de nuevo cuño Comfort hablaba sin aspavientos de roles (los gustos de la mujer contaban), de homosexualidad masculina y femenina, de swinging y sexo en grupo, de dildos y demás juguetes para el amor, de posturas, lametazos y succiones, de introducciones y sexo anal (en la primera edición no era muy partidario), de prácticas (amablemente) sadomaso y de fetichismos varios.