La economía de Surinam está dominada por la minería, en particular la extracción de alumina, oro y petróleo, responsables por 85% de las exportaciones y el 25% de los ingresos gubernamentales. Esto deja la economía del país extremamente vulnerable a la variación de precios internacionales de los minerales.^[4]​

El año 2000, Ronald Venetiaan asumió una vez más el gobierno y heredó una inflación de más de 100% al año, y un déficit fiscal creciente. Él rápidamente implantó un programa de austeridad, elevó las tasas impositivas, buscó reducir el gasto público y controló la inflación. El crecimiento económico fue de aproximadamente un 6% al año en el 2007 y el 2008, en gran parte debido a la inversión extranjera en la producción de petróleo y oro. Surinam ha recibido ayuda en los sectores de la minería de la bauxita y el oro de los Países Bajos, Bélgica y el Fondo de Desarrollo de la Comunidad Europea. Sin embargo, la economía se contrajo durante el 2009 cuando la inversión disminuyó y los precios internacionales de los minerales cayeron.^[4]​

Los planes iniciados en 2001 para reordenar el sistema económico, abrir un proceso de liberalización y mejorar la estructura productiva han tenido efectos muy pobres. Algunas empresas estadounidenses y españolas realizan nuevas prospecciones y explotaciones petrolíferas que están dando buenos resultados. Igualmente, el país dispone de importantes reservas mineras de oro y bauxita.

Desde el año 2005, Surinam forma parte del acuerdo energético con Venezuela denominado Petrocaribe, mediante el cual puede adquirir petróleo y derivados en condiciones más convenientes.

Su unidad monetaria desde su independencia hasta el año 2004 fue el florín, que fue reemplazada por el dólar surinamés.