Dios del cielo en la mitología mesopotámica. Los
sumerios lo llamaban
An. De hecho,
An significa precisamente cielo en sumerio. Junto con
Enki y
Enlil forma la llamada "Tríada Sumeria" de dioses principales. Se supone que en un principio (antes de 2500 a.C.) era el dios principal, para luego ser sustituido por Enlil en este papel y luego por los distintos dioses regionales (
Marduk, Ashur, etc.). Pese a esto, siempre tuvo un papel preponderante en todos los panteones como demiurgo o dios original del Universo, aunque sus características concretas nunca estuvieron muy definidas. Astronómicamente, estaba asociado con el "Camino o Sendero de An", región de la bóveda celeste coincidente con el Ecuador. Posteriormente se definiría dicha región como el espacio entre los dos trópicos. Tenía asociado el número 60, cifra sagrada para los sumerios. Su ideograma en caracteres cuneiformes también servía para describir la palabra "dios", dingir en sumerio,
ilum en
acadio. Se le representaba mediante una estrella o, más frecuentemente a partir de la época Cassita, mediante la corona de siete pares de cuernos propia de los grandes dioses. En la tradición babilónica estaba unido a la diosa Antu. El centro de su culto era la antigua ciudad de
Uruk.