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Bélgica (en neerlandés, België, pronunciado /ˈbɛlɣiə/ ( escuchar); en francés, Belgique, [bɛlʒik] ; en alemán, Belgien, pronunciado /ˈbɛlɡiən/ ( escuchar)), oficialmente Reino de Bélgica (en neerlandés, Koninkrijk België, pronunciado /ˈkonɪŋkrɛɪk ˈbɛlɣiə/ ( escuchar); en francés, Royaume de Belgique y en alemán, Königreich Belgien, pronunciado /ˈkøːnɪçˌʁaɪ̯ç ˈbɛlɡi̯ən/ ( escuchar)), es uno de los veintisiete estados soberanos que forman la Unión Europea. Está situado en el noroeste europeo. El país cubre una superficie de 30 528 kilómetros cuadrados[1] y posee una población de 11 550 039 habitantes según la estimación de 2021.[2] Su capital y la conurbación más poblada es Bruselas mientras su ciudad (municipio) más poblada es Amberes.[6]
Es un Estado multilingüístico con tres lenguas oficiales: el 57 % de su población, en la Región de Flandes principalmente, habla neerlandés, mientras que cerca del 42 % habla francés (en la región de Valonia, al sur, y en la Región de Bruselas-Capital, una región oficialmente bilingüe que acoge una mayoría de hablantes de francés). Menos de un 1 % de los belgas vive en la Comunidad germanófona, donde hablan alemán, junto a la frontera al este del país. A menudo, esta diversidad lingüística lleva a severos conflictos políticos y culturales, muy parecidos a los de otros países bilingües, reflejándose en el complejo sistema de gobierno de Bélgica y en su historia política.
Bélgica recibe su nombre de la denominación latina de la parte más septentrional de la Galia, Gallia Belgica, el cual, a su vez, procede de un grupo de tribus celtas, los belgas. Históricamente, Bélgica ha sido parte de los Países Bajos de los Habsburgo, los cuales incluían los actuales Países Bajos y el Gran Ducado de Luxemburgo, ocupando una región algo mayor que el moderno Benelux.
Desde finales de la Edad Media hasta el siglo XVII, fue un floreciente centro de comercio y cultura. Desde el siglo XVIII hasta la Revolución belga de 1830, Bélgica, en aquella época llamada los Países Bajos del Sur, fue el lugar de muchas batallas entre las potencias europeas y es por ello que se ha ganado el apodo de "el campo de batalla de Europa"[7] o "la cabina de Europa".[8]
Es uno de los miembros fundadores de la Unión Europea, cuyas instituciones principales están ubicadas en el país, así como un número importante de otras organizaciones internacionales, como la OTAN.