En la
mitología griega,
Criseida o
Criseis (en
griego Χρύσηίς
Khrysēís) era la hija de Crises, sacerdote de
Apolo en la isla de Crise, en la Tróade.
En el primer libro de
La Ilíada se narra cómo los griegos saquearon la isla, enviando a
Criseida como regalo a
Agamenón. Éste la hizo su concubina, declarando que la prefería a su mujer
Clitemnestra, y se negó a devolverla a su padre, a pesar del gran rescate ofrecido de él. Crises imploró ayuda entonces a Apolo, quien envió la peste a los ejércitos griegos. Al cabo de nueve días, y gracias a la presión de Aquiles y otros héroes aqueos, Agamenón consintió en devolver a
Criseida a su padre y ofrecer un
holocausto a Apolo para aplacar su ira y detener la plaga. Pero en compensación tomó a
Briseida, que estaba en posesión de
Aquiles, desatando la furia de éste y provocando que se retirase del combate de la
Guerra de Troya, al que no volvería hasta la muerte de su amigo
Patroclo a manos de
Héctor, hijo de
Príamo.