Dolly Pentreath (muerta en diciembre de 1777) considerada como la última hablante nativa de
córnico (es decir, la última persona que habló únicamente o predominantemente córnico). Es recordada en
Cornualles por maldecir a los que se encontraba con una larga cuando estaba enfadada.
[1]. Su muerte marcó el final del córnico como un lenguaje vivo.