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Iósif Vissariónovich Dzhugashvili[a], más conocido como Iósif Stalin[b] (Gori, 6 de diciembrejul./ 18 de diciembre de 1878greg.[2] - Moscú, 5 de marzo de 1953), fue un político, revolucionario y dictador soviético de origen georgiano, secretario general del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética entre 1922 y 1952, y presidente del Consejo de Ministros de la Unión Soviética entre 1941 y 1953. Aunque inicialmente presidía un liderazgo colectivo como primero entre iguales con Lev Kámenev y Grigori Zinóviev, a los que ejecutó posteriormente, hacia los años 30 ya se había convertido en dictador de facto de la Unión Soviética.[3][4][5]
Estuvo entre los bolcheviques revolucionarios que impulsaron la Revolución de Octubre en Rusia en 1917 y más tarde ocupó la posición de secretario general del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética desde 1922 hasta que el cargo fue formalmente suprimido en 1952, poco antes de su muerte. En mayo de 1924, después del XII Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética, Stalin pidió que se le permitiera dejar el cargo. Esta petición fue rechazada unánimemente, incluyendo a sus detractores. Volvió a formular esta petición tres veces más, en 1926, 1927 y 1952; las tres fueron rechazadas y tuvo que permanecer en el cargo.[6][7][8]
Mientras que el cargo de secretario general era oficialmente electivo y no se lo consideraba como la máxima posición dentro del Estado soviético, Stalin logró utilizarlo para acaparar cada vez más poder en sus manos tras la muerte de Vladímir Lenin en 1924 y para sofocar gradualmente a todos los grupos opositores dentro del Partido Comunista. Esto incluyó a León Trotski, un teórico socialista y el principal crítico de Stalin entre los primeros líderes soviéticos, que fue primero desterrado de la Unión Soviética en 1929 y luego asesinado en México en 1940 por orden de Stalin. En tanto que Trotski fue un exponente de la revolución mundial, fue el concepto de Stalin de socialismo en un solo país el que se convirtió en principal enfoque de la política soviética.
En 1928, Stalin reemplazó la Nueva Política Económica de la década de 1920 por una economía planificada muy centralizada y por planes quinquenales que iniciaron un período de rápida industrialización y de colectivización económica en el campo. Como resultado, la Unión Soviética pasó de ser una sociedad mayoritariamente agraria a una gran potencia industrial, siendo ésta la base de su aparición como segunda mayor economía del mundo después de la Segunda Guerra Mundial.[9] Como resultado de los rápidos cambios económicos, sociales y políticos de la época estalinista, millones de personas fueron enviadas a campos de trabajo del Gulag como castigo,[10] y millones fueron deportadas y exiliadas a zonas remotas de la Unión Soviética.[10] La agitación inicial en el sector agrícola interrumpió la producción de alimentos en la década de 1930 y contribuyó a la catastrófica hambruna soviética de 1932-1933. En 1937, una campaña contra supuestos enemigos de su gobierno culminó en la Gran Purga, un período de represión masiva en el que cientos de miles de personas fueron ejecutadas, e incluso fueron condenados líderes del Ejército Rojo acusados de participar en complóts para derrocar el gobierno soviético.[11]
En agosto de 1939, tras el fracaso para establecer una alianza anglo-franco-soviética,[12] la Unión Soviética de Stalin firmó un pacto de no agresión con la Alemania nazi que dividió sus esferas de influencia en Europa Oriental. Este pacto permitió que la Unión Soviética recuperase algunos de los antiguos territorios del Imperio ruso con la invasión soviética de Polonia de 1939, la guerra de Invierno en Finlandia, la ocupación de las Repúblicas bálticas, y la ocupación soviética de Besarabia y el norte de Bucovina durante la Segunda Guerra Mundial. Pero después de que Alemania violara el pacto al invadir la Unión Soviética con la Operación Barbarroja en 1941, se abrió un Frente Oriental y la Unión Soviética se unió a los Aliados. A pesar de grandes pérdidas humanas y territoriales en el período inicial de la guerra, la Unión Soviética logró detener el avance del Eje en la batalla de Moscú y la batalla de Stalingrado. Finalmente, el Ejército Rojo avanzó a través de Europa en 1944-45 y capturó la capital del Tercer Reich tras la batalla de Berlín en mayo de 1945. Habiendo jugado el papel decisivo en la victoria aliada,[13][14] la Unión Soviética surgió como una superpotencia reconocida después de la guerra.[15]
Stalin encabezó las delegaciones soviéticas en las conferencias de Yalta y Potsdam, en las que se trazó el mapa de la Europa de posguerra. En los Estados satélites del Bloque del Este se instalaron gobiernos de izquierda leales a la Unión Soviética. En esa época, la Unión Soviética había entrado en una lucha por el dominio global, conocida como la Guerra Fría, con los Estados Unidos. En Asia, estableció buenas relaciones con Mao Zedong en China y Kim Il-sung en Corea del Norte y de diversas maneras, la Unión Soviética de la era estalinista sirvió como modelo para la recién formada República Popular de China y la República Popular Democrática de Corea.
Al mantenerse en el poder hasta su muerte en 1953, Stalin dirigió la Unión Soviética durante el período de reconstrucción de la posguerra, marcado por el predominio de la arquitectura estalinista. El desarrollo exitoso del programa nuclear soviético permitió que el país se convirtiese en la segunda potencia mundial en armas nucleares. También se inició el programa espacial soviético. En sus últimos años, Stalin lanzó los denominados Grandes Proyectos de Construcción del Comunismo y el Gran Plan para la Transformación de la Naturaleza.
Tras su muerte, Stalin y su régimen han sido condenados en numerosas ocasiones. La más significativa de estas condenas se dio durante el XX Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética en 1956, cuando su sucesor, Nikita Jrushchov, denunció su legado en una famosa intervención con la que se inició un proceso de desestalinización de la Unión Soviética. Las visiones modernas de Stalin en la Federación de Rusia siguen siendo mixtas, con algunas personas viéndolo como un tirano[16] y otras como un líder capaz.[17] Fue nominado al Premio Nobel de la Paz de 1945 y 1948.[18]