Se dice del período más arcaico o antiguo de la Edad de Piedra, en el que el hombre aprendió a tallar la piedra para obtener utensilios y armas. Los restos paleolíticos más antiguos han sido hallados en Africa del sur y corresponden a un período anterior al del homo sapiens, alrededor de un millón y medio de años antes de Cristo, y fueron hechos por un homínido llamado homo erectus. Sin embargo, homínidos anteriores como el homo robustus y el homo habilis, también utilizaron piedras rudamente talladas para aprovechar sus filos, alrededor de tres millones de años atrás. Convencionalmente, se habla de paleolítico al período en que el hombre primitivo no solamente sabía tallar la piedra sino también elegir las canteras de materiales adecuados y desarrollar una cultura basada en una amplia gama de herramientas afinas y utensilios elaborados a partir de la piedra tallada, período que no se remonta a más de sesenta mil años antes de Cristo y se inicia con el hombre de Neandertahl, un homo sapiens que parece haber sido no un antepasado del hombre moderno, sino una variedad o especie distinta de homínido que fue aniquilada y Posiblemente devorada por el hombre de Cromagnon el cual sí es nuestro antepasado directo Se divide el paleolítico en tres etapas: Inferior, Medio y Superior. El paleolítico inferior coincide con las glaciaciones y en el mismo se distinguen: 1) la cultura de los guijarros o pebbleculture; 2) las culturas de lasca, llamadas, de más antigua a más moderna, Clactoniense y Levalloinsiense; 3) las culturas de hachas de mano, llamadas Abbevilliense o Chalense y Achelense. Al paleolítico medio corresponde la cultura Musteriense, en que la talla de piedra logró mayor perfección, con excelente retoque lateral y que cabe atribuir al Hombre de Naenderthal. En el paleolítico superior, avanzada ya la última glaciación que se abatió sobre el continente europeo, llegarían a Europa por el sur de Rusia y por el norte de Africa, los llamados modernamente Auriñacienses, portadores de técnicas nuevas, con trabajo del hueso y asta. Luego se les superpusieron los cazadores arqueros de la cultura Solutrense, substituidos a su vez por los Magdalenienses, cazadores de renos y creadores de admirables obras de arte en las paredes de cavernas, albergues, santuarios, y en plaquetas de piedra. Contra lo que se suponía a comienzos de siglo el arte de pulimentar la piedra no reveló un progreso cultural en cuanto a la tecnología (de hecho, pulimentar y desgastar es mucho más fácil y primitivo que el tallado), sino más bien la incorporación de la piedra pulimentada para utensilios no cortantes, prestando además atención a la estética del producto.