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Rumania o Rumanía[5] (en rumano, România, pronunciado /ro.mɨ'ni.a/) es uno de los veintisiete Estados soberanos que forman la Unión Europea. Está ubicado en la intersección de Europa Central y del Sureste, y cuenta con costa en el mar Negro.
Limita con Hungría y Serbia al oeste, Ucrania y Moldavia al noreste y al este, y Bulgaria al sur. Con 238 391 km²,[1] Rumania es el noveno país más grande de la Unión Europea por área, y cuenta con la séptima mayor población de la Unión Europea con más de 19 millones de habitantes. Su capital y ciudad más poblada es Bucarest, la décima ciudad más grande de la Unión Europea.
Los Principados Unidos surgieron cuando los principados de Moldavia y Valaquia se unieron bajo el príncipe Alexandru Ioan Cuza en 1859. En 1881, Carlos I de Rumania se coronó, formando el Reino de Rumania. Su independencia del Imperio otomano fue declarada el 9 de mayo de 1877 y fue reconocido internacionalmente al año siguiente. Al final de la Primera Guerra Mundial, Transilvania, Bucovina y Besarabia fueron anexionadas por el Reino de Rumania, circunstancia que dio inicio a lo que la monarquía rumana denominó la Gran Rumania. Durante la década de 1930 el gobierno, con Ion Gigurtu como primer ministro, derivó de una posición inicial proclive al Reino Unido y Francia, hacia una posición alineada militar y políticamente con la Alemania nazi, implementando el antisemitismo de manera oficial en el país.
En 1940, la región de Besarabia, que se había unido a Rumania en 1918, fue anexionada a la Unión Soviética como resultado de la ocupación soviética de Besarabia y el norte de Bucovina. Durante la operación se produjo un enfrentamiento de algunas divisiones rumanas con el Ejército Rojo, que las derrotó duramente, lo que llevó a la incorporación de Besarabia a la Unión Soviética como RSS de Moldavia. En esa misma época Rumanía también perdió el control de la Dobruja meridional en favor de Bulgaria y, temporalmente, de la Transilvania septentrional en favor de Hungría.
Al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, el exministro de Guerra, Ion Antonescu, implantó una dictadura militar fascista, en la que alineó el ejército rumano a la Wehrmacht, permitiendo el acantonamiento de gran número de divisiones de la misma, con vistas a la Operación Barbarroja, de invasión de la Unión Soviética. Desde junio de 1941 hasta 1944, Rumania participó en la guerra del lado de las potencias del eje, bajo la dirección militar de Alemania. En 1944, bajo la contraofensiva soviética que penetró en su territorio, cambió de bando y se unió formalmente a los Aliados, cayendo la dictadura militar de Antonescu. Al final de la guerra, algunos territorios del noreste anteriormente de Rumania fueron ocupados temporalmente por la Unión Soviética; con unidades del Ejército Rojo estacionadas en territorio rumano, el país acabó convirtiéndose en la República Socialista de Rumania y miembro del Pacto de Varsovia.
Con la caída del bloque socialista europeo y la llamada Revolución rumana de 1989, Rumania inició su transición hacia la democracia representativa occidental y una economía de mercado capitalista. Desde 2010, Rumania es un país de ingresos relativamente altos, con un alto índice de desarrollo humano.[6]
Rumania se unió a la OTAN el 29 de marzo de 2004, y a la Unión Europea el 1 de enero de 2007. También es miembro de la Unión Latina, la Francofonía, la OSCE, la OMC, la BSEC y las Naciones Unidas. Hoy en día, Rumania es un Estado unitario con una república semipresidencial, en la que el poder ejecutivo se compone del presidente y del Gobierno. Rumania y Moldavia son los únicos países de Europa Oriental cuyas lenguas son romances.[7]