Arte. Denominación convencional de las ideaciones figurativas de las culturas prehistóricas negras y koisanidos y, por ello. se tratan en sus voces respectivas las manifestaciones de arte egipcio, copto, etíope, así como también las corrientes musulmanas concentradas en la zona septentrional del continente, aún en fase de lenta expansión También convencionalmente suelen dividirse en tres grandes apartados: arte rupestre. arqueología africana y arte etnológico.

Arte. Arte rupestre. Las primeras manifestaciones del arte prehistórico africano, que se remontan aproximadamente al año 7000 antes de Cristo, tuvieron por centro el área del Magreb y del Atlántico sahariano. El primer período es corrientemente denominado "bubálico", porque incluye numerosas estatuas del Babalus antiquus y se caracteriza por grandes figuras de un vigoroso sentido naturalista. El segundo período, denominado "de los pueblos nómadas", se inició, probablemente, hacia el año 4000 A.C, y presenta un gran número de grabados y pinturas, centradas en el tema de la fauna salvaje, la zona de Tassili nos ofrece el primer ejemplo y el más significativo. Es también notable su actividad plástica de pequeño tamaño y difícil interpretación en que los elementos humanos se mezclan con los zoomórficos. Un elemento posterior de gran importancia lo ofrece el hecho de que. mientras el período bubálico fue atribuido a artistas de la época de Cromagnon, es decir, de raza blanca, la siguiente etapa está representada por dos etnias diferentes: la primera de raíz negroide (representantes de las pinturas "de cabeza redonda"), la segunda presumiblemente etíope o tal vez proveniente de Asia Menor. Existe una tercera manifestación en los inicios del año 1000 antes de Cristo, tras las invasiones denominadas de los "pueblos del mar". El arte nacido del contacto con las culturas de los "pueblos del mar" elimina la representación del hipopótamo y del rinoceronte y las figuras de elefantes y bisontes, mientras que empieza a aparecer el caballo, por lo general, unido a una cuádriga. El cuarto y último período del arte rupestre del norte de Africa, se caracteriza por la aparición de camellos. Bien diferente es el panorama del arte rupestre sudafricano, producido por los antepasados de los bosquimanos. Su fisonomía es de un naturalismo desenvuelto (figuras zoomorfas y antropromorfas) y aunque no faltan representaciones de objetos simbólicos, son de difícil interpretación para nosotros. Los orígenes de este arte se remontan aproximadamente al año 2000 A.C. Una huella tardía de este arte se puede encontrar en las manifestaciones artísticas de los "modernos" koisanidos: el tatuaje de los bosquimanos y las decoraciones de huevos de avestruz de los pigmeos.

Arqueología africana. Las primeras manifestaciones africanas que se consideran propiamente arqueológicas se encuentran en las zonas central y meridional del continente africano. Cabe señalar las ruinas rhodesianas de Zimbabue y Mapungubue y la arquitectura de Gabel Uri (al oriente de Chad) descubiertas recientemente. Las expresiones más importantes de este período arqueológico aparecen muy fragmentadas y se desarrollaron entre el siglo IV y el XVII D.C, en las regiones comprendidas entre el golfo de Guinea y el Sahara meridional. Los centros artísticos más importantes se hallaban en Ifé y en Benín; sus muestras más importantes están relacionadas con la elaboración del bronce y del marfil y las figuras de barro cocido y de piedra. Herederos naturales de este arte son los yoruba que continúan produciendo una estatuaria en esteatita, arcilla y bronce.

Arte etnológico. Se distinguen cuatro áreas estilísticas: la primera representada por los bámbara, dogón y senufos que habitan las regiones de Malí y Sudán central y que son creadores de grandes máscaras y de una estatuaria de dimensiones reducidas. La segunda está formada por pueblos descendientes de culturas superiores como las de Ifé y Benín: ashanti, baulé, ibibo y guro, junto con los yoruba establecidos en la faja costera entre Senegal y Camerún. Las formas locales de expresión artística se centran en la elaboración del metal. El arte del tejido y el trenzado domina en cambio entre las etnias nilo camíticas. La última zona se identifica con el arte bantú, cuyo centro geográfico está en el Congo pero que se extiende hasta Angola y Tanzania y también en las provincias interiores de Camerún. Las realizaciones características de este área son la plástica de los mayumbe y de los baluba, de los teké y de los songe; las máscaras de marfil de los lega y las de madera de los makondo; la cerámica de los fange y los tejidos de los kuba.

Influencias sobre el arte occidental: La influencia del arte negro es un fenómeno que está presente en el origen de la pintura y escultura occidental del siglo XX. El terreno fue abonado en los últimos decenios del siglo XX por la difusión de lo exótico a través de viajes, expediciones armadas y colonizaciones y por la creación de museos etnográficos en las principales ciudades europeas (Estocolmo, Leipzig, Dresde, Roma, Hamburgo, París, Londres). Por parte del artista europeo no se trata de una recepción pasiva sino del descubrimiento de soluciones formales y expresivas nuevas. Los primeros fueron los pintores. A comienzos de 1905, el arte africano ejerció su influencia en París en el grupo de los fauves (M. VIarninck, A. Derain, H. Matisse) y en el cubismo (Picasso, G. Braque, J. Gris) y, en Dresde, en el expresionismo del grupo de Die Brueke. La parte derecha del cuadro de Picasso Les demoiselles d'Avignon, 1907 presenta trazos derivados de la escultura africana y todo su trabajo de aquella época se denomina "período negro". Las influencias se difunden y prolongan hasta 1920 y llegan hasta F. Léger, A. Modigliani, al grupo Blaue Reiter (V. Kandinsky, F. Marc, A. Macke), y a los escultores C. Brancusi, O. Zadkine, H. Laurens y H. Moore. -------