El
alambique es una herramienta utilizada para
destilar mezclas de líquidos mediante un proceso de calentamiento y posterior enfriamiento. Fue inventada alrededor del siglo X de nuestra era y se usa para producir perfumes, medicinas y el
alcohol procedente de frutas fermentadas.
Como el alcohol hierve a una temperatura inferior al agua se consigue destilar una bebida con alto grado alcohólico. Los alambiques se fabrican normalmente de
cobre, porque no proporciona sabor al alcohol, resiste los
ácidos y conduce bien el calor.
Es una herramienta de destilación simple que está constituida por una caldera o retorta, donde se calienta la mezcla. Los vapores emitidos salen por la parte superior y se enfrían en un
serpentín situado en un recipiente refrigerado por agua. El líquido resultante se recoge en el dépósito final.