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Las manufacturas reales (o reales fábricas) [1] fueron las instalaciones industriales que se fundaron por iniciativa de los monarcas absolutos durante el Antiguo Régimen, como resultado de la aplicación de la política mercantilista. Muchas de ellas se dedicaban a la fabricación de objetos de lujo, para el consumo en primer lugar de los propios palacios reales.
El ejemplo más claro es la política de Colbert en Francia durante el reinado de Luis XIV (manufactura de los Gobelinos, a partir de 1662, dedicada a tapices, alfombras y otros textiles),[2] de modo que puede llamarse colbertismo a esta política económica. El objetivo de dicha política, dentro de la teoría proteccionista, era:
La emulación de las costumbres del rey harán que las clases altas obtengan un público consumidor mayor (incluso fuera de las fronteras francesas).
La llegada a España de la casa de Borbón en el siglo XVIII hizo que se aplicara dicho modelo con las Reales Fábricas. Estas se dividían en dos grandes categorías: aquellas fundadas por la Corona y aquellos negocios privados ya existentes a los que se les otorgaba dicha categoría.
Real Fábrica de Cristales de La Granja, La Real Fábrica de Loza Fina y Porcelana de Alcora, Porcelana del Buen Retiro o la posterior de La Moncloa, Real Fábrica de Tapices, Real Fábrica de Relojes, Real Laboratorio de Mosaicos y Piedras Duras del Buen Retiro, Real Fábrica de Sedas de Talavera de la Reina, Real Fábrica de Paños de Guadalajara —denominada de Sarguetas, es decir, telares: Real Fábrica de Sarguetas de San Carlos—, Real Fábrica de Hilar Sedas a la Piamontesa, en Murcia, Real Fábrica de Paños de San Fernando de Henares, Real Fábrica de Don Diego López Béjar, Real Fábrica de Paños de Brihuega, Real Fábrica de Hilados y Tejidos de Algodón de Ávila,[3] a las que hay que sumar las que se dedican a producciones estratégicas, como las armas (Real Fábrica de Armas de Toledo, Real Fábrica de Artillería de La Cavada —fundada anteriormente, en 1622—, Fábrica de Armas de Trubia y Real Fábrica de Artillería de Sevilla), o artículos de gran consumo que se monopolizan por el Estado como regalías: tabaco (la Real Fábrica de Tabacos de Sevilla y la de Madrid), aguardiente, naipes... La Real Compañía de Hilados de Algodón del Principado de Cataluña (1771) estuvo en el origen de la industria textil catalana (indianas)[4] y terminó constituyéndose en la organización patronal privada Fomento del Trabajo Nacional.