En esta página puede obtener un análisis detallado de una palabra o frase, producido utilizando la mejor tecnología de inteligencia artificial hasta la fecha:
Carroña es el nombre que recibe la carne podrida.[1] Constituye una importante fuente de alimento para grandes carnívoros y omnívoros en la mayoría de los ecosistemas. Algunos ejemplos de animales carroñeros son, el cóndor (Vultur gryphus), los buitres, las águilas, los halcones, los brunoses, las hienas,[2] la zarigüeya de Virginia, el demonio de Tasmania,[3] los coyotes[4] y el dragón de Komodo.[5] Muchos invertebrados, como los sílfidos[6] y las larvas de las moscas azules y de las moscardas de la carne, también comen carroña, jugando un rol importante en el reciclaje del nitrógeno y del carbono en los restos animales.
La carroña comienza a descomponerse en el momento en que muere el animal y de forma progresiva va atrayendo insectos y criando bacterias. Poco después de la muerte del animal, su cuerpo comienza a producir un olor desagradable provocado por la presencia de bacterias y por la emisión de cadaverina y putrescina.
Algunas plantas y hongos tienen un olor similar a la carroña en descomposición y atraen insectos que colaboran en su reproducción. Las plantas que presentan este comportamiento son conocidas como plantas carroñeras. Los hongos hediondos son un ejemplo de hongos con esta característica.