Eduardo el Confesor fue el rey de
Inglaterra entre 1045 y 1066. Fue el primero de los dos reyes que protagonizaron la efímera restauración de la dinastía
sajona en Inglaterra, comprendida entre el dominio
danés de 1016-1045 y la conquista de Inglaterra por
Guillermo de Normandía. A pesar de ser el tercer rey sajón con el nombre de Eduardo, este monarca no posee la tradicional numeración latina, usada en Inglaterra para los reyes posteriores a la conquista normanda de 1066. Se le conoce como
Eduardo el Confesor o
San Eduardo el Confesor porque fue canonizado como recompensa a su apoyo a la
Iglesia Católica durante su reinado.