Una
constelación es una agrupación de
estrellas cuya posición en la cielo nocturno es aparentemente tan cercana que las
civilizaciones antiguas decidieron conectarlas mediante líneas imaginarias, trazando así figuras sobre la
bóveda celeste. En el espacio tridimensional, en cambio, las estrellas de una constelación no están, necesariamente, físicamente asociadas; incluso pueden encontrarse a cientos de
años luz unas de otras. Por otro lado, dichos grupos son completamente arbitrarios, ya que distintas culturas han reconocido
constelaciones diferentes utilizando hasta de los mismos grupos de estrellas. Aún así, algunos grupos tienden a aparecer recurrentemente, ya sea por su configuración tan peculiar, como es el caso de
Scorpius, el
escorpión, la brillantez de sus estrellas o debido al paso recurrente de algunos cuerpos celestes —los
planetas y la
Luna— por sus inmediaciones.