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English Heritage (en español, Patrimonio Inglés; oficialmente, English Heritage Trust) es una organización benéfica que gestiona más de 400 monumentos, edificios y lugares históricos situados en Inglaterra, entre los que figuran yacimientos prehistóricos, castillos medievales, fortalezas romanas y casas de campo.
La organización afirma que utiliza estas propiedades para "dar vida a la historia de Inglaterra para más de 10 millones de personas cada año". Dentro de los monumentos más relevantes que gestiona se encuentran Stonehenge, el castillo de Dover, el castillo de Tintagel y las partes mejor conservadas del muro de Adriano. También es responsable del sistema de las placas azules de Londres, que vinculan a personajes históricos influyentes con edificios de la ciudad.
Cuando se formó originalmente en 1983, English Heritage era el nombre operativo de un organismo público no departamental dependiente del Gobierno del Reino Unido, oficialmente titulado "Comisión de Edificios y Monumentos Históricos de Inglaterra", que administraba el sistema nacional de protección del patrimonio y administraba numerosas propiedades históricas.[2] Fue creado para combinar los roles de los organismos existentes que habían surgido de un largo período de participación estatal en la protección del patrimonio. En 1999, la organización se fusionó con la "Comisión Real de Monumentos Históricos de Inglaterra" y con el Registro de Monumentos Nacionales, reuniendo recursos para la identificación y el estudio del entorno histórico de Inglaterra.
El 1 de abril de 2015, English Heritage se dividió en dos partes: Historic England, que heredó las funciones estatutarias y de protección de la antigua organización, y el nuevo English Heritage Trust, una organización benéfica que gestionaría las propiedades históricas y que asumió el nombre operativo y logotipo del antiguo English Heritage.[3][2][4] El gobierno británico otorgó a la nueva organización benéfica una subvención de 80 millones de libras para ayudar a establecerla como un fideicomiso independiente, aunque las propiedades históricas permanecieron en propiedad del estado.