La
contaminación es la introducción en un medio cualquiera de un contaminante; es decir cualquier sustancia o forma de energía con potencial para provocar daños, irreversibles o no en el medio.
Se denomina
contaminación ambiental a la cantidad de partículas sólidas suspendidas en el aire, disueltas en el agua o incorporadas a los alimentos que ingerimos.
En función del
medio afectado se distingue:
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Contaminación atmosférica. Debida a las emisiones atmosféricas. Los contaminantes principales son los productos de procesos de combustión convencional en actividades de transporte, industriales, generación eléctrica y calefacción doméstica, la evaporación de disolventes orgánicos y las emisiones de ozono y freones.
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Contaminación del medio hídrico. Presencia de contaminantes en el agua (río o mar). Los contaminantes principales son los vertidos industriales (presencia de metales y evacuación de aguas a elevada temperatura) y
aguas servidas (saneamiento de poblaciones).
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Contaminación del suelo. Presencia de contaminantes en el suelo, principalmente debidos a actividades industriales (almacenes, vertidos ilegales), vertido de residuos sólidos urbanos, productos fitosanitarios empleados en agricultura (abonos y fertilizantes químicos) y purines de las actividades ganaderas.