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La teoría de Adán-Dios es un conjunto de ideas y conceptos desarrollados a partir de un discurso realizado en la década de 1850 por Brigham Young, líder de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, también conocida como iglesia mormona o iglesia SUD. Si bien la doctrina es rechazada actualmente por la Iglesia SUD,[1] es aún parte aceptada de la teología moderna de algunos fundamentalistas mormones.
Según Young, Joseph Smith le enseñó que Adán es «nuestro Padre y nuestro Dios, y el único Dios con quien tenemos que ver.»[2] Según estas ideas, Adán fue una vez un hombre mortal que llegó a ser resucitado y exaltado. Vino luego de otro planeta como Miguel para formar la Tierra.[3] Se otorgó a Adán entonces un cuerpo físico y una esposa, Eva, y se hicieron mortales comiendo la fruta prohibida en el Jardín del Edén. Tras dar a luz hijos mortales y establecer la raza humana, Adán y Eva regresaron a sus tronos celestiales, donde Adán sirve como Dios y es el Padre Celestial de la humanidad.[4] Young, se alega, otorgó a Adán diversos papeles en la historia bíblica, chocando en ocasiones frontalmente con muchos dogmas básicos del cristianismo tradicional. Entre otras argumentaciones que parten de dicha teoría y reinterpretaciones de la época, resalta el pronunciamiento de que Adán fue el padre literal de Jesucristo.
Durante el siglo XIX y comienzos del siglo XX, la doctrina de Adán-Dios apareció como parte de la ceremonia de investidura de la iglesia. Sin embargo, la doctrina resultó alarmante para la mayoría de fieles cuando se le introdujo y siguió siendo controversial. La mayoría de mormones y algunos grupos separados, siendo el más notable el apóstol Orson Pratt, rechazaron la doctrina a favor de la teoría bíblica más tradicional de Adán y Eva. Poco tiempo después, Bringham Young murió, la doctrina de Adán-Dios perdió el favor entre la Iglesia SUD y fue reemplazada por una teología más similar a la de Pratt, tal y como fue defendida por teólogos del cambio de siglo como James E. Talmage, B. H. Roberts, o John A. Widtsoe. En 1976, el presidente de la iglesia Spencer W. Kimball afirmó que la Iglesia SUD no apoyaba la doctrina. La mayoría de mormones aceptan a Adán como «el Anciano de los Días», «padre de todos»,[5] y el «Arcángel Miguel», pero no lo reconocen como «Dios Padre».