Con respecto a poner acentos en las
mayúsculas, son posibles cinco posiciones:
1. Siempre van.
Esta posición, algunos argumentan, es insostenible, ya que está lleno
de libros, diarios y letreros sin acentos. Los partidarios
de esta posición tienen que opinar que los escritos mencionados tienen faltas
de ortografía.
Lo anterior, por supuesto, se refiere al uso habitual, ya que la
Real Academia Española dice: “El empleo
de mayúscula no exime
de poner tilde sobre la vocal que deba llevarla”.
2. Hay razones para no ponerlos.
Los más estrictos sólo aceptarán razones técnicas: que las letras disponibles no tengan acentos. Bajo este supuesto, los letreros pintados escritos en mayúsculas siempre deberían llevar acentos, al igual que los textos manuscritos. Su común ausencia se explicaría como un error muy difundido.
Los más liberales aceptarán que la estética es una razón válida para omitir los acentos en las mayúsculas. Como un ejemplo, en algunas fuentes
de impresoras antiguas las mayúsculas con acentos eran levemente diferentes
de las versiones sin acentos, por razones
de uso del espacio vertical. A continuación se muestran las cinco vocales en versión normal, y con poco espacio vertical disponible: PRÁCTICO, PRÁCTICO; CÉNTRICO, CÉNTRICO; PRÍSTINO, PRÍSTINO; TRÓPICO, TRÓPICO; PÚLPITO, PÚLPITO. Algunas personas encontrarán que en este caso es válido suprimir los acentos en las mayúsculas; otras dirán que las letras resultantes no son tan feas como para no usarlas. En algunas imprentas la diferencia es tan grande, que por ejemplo se lee algo similar a TRóPICO. En este caso habrá más consenso en que el resultado es tan feo como para preferir TROPICO.
3. Es voluntario usarlos.
Los partidarios
de esta posición opinan que está tan generalizada la costumbre
de escribir sin acentos en las mayúsculas, que incluso si la máquina utilizada para escribir los posee, es cosa
de cada uno si se usan los acentos o no. Por ejemplo, en el reverso del billete
de 1000 pesos chilenos dice “CHILE A SUS HEROES” (y no HÉROES), pese a que esa parte del billete es dibujada.
4. Es costumbre no usarlos.
A diferencia
de los partidarios del punto anterior —que dicen que el uso
de acentos en las mayúsculas es cosa
de gustos— quienes suscriben este punto dicen que al usar acentos en las mayúsculas se está violando una antigua costumbre tipográfica. En otras palabras, los acentos en las mayúsculas —según esta posición-- sólo se usan cuando hay razones específicas, como en un diccionario, o en el logo
de una empresa.
En todo caso, no se puede negar que esta costumbre está cambiando desde que los computadores y las impresoras láser eliminaron las restricciones técnicas. Esto se debe a que en el pasado los partidarios
de las posiciones 2 o 3 se confundían con los partidarios
de la posición 4, por razones técnicas. Hoy la mayoría
de los que quieren usar acentos en las mayúsculas pueden usarlos.
5. No deben ir.
Otra posición que muchos consideran insostenible. Por ejemplo, al mirar en el diccionario
de la Real Academia Española, se ve que las definiciones
de “africano” y “ursulina” utilizan las palabras África y Úrsula, con acento. Los partidarios
de esta teoría se basan en el mito urbano
de que la Real Academia alguna vez dijo que las mayúsculas no se acentúan. En el punto uno se transcribió exactamente lo que dice la Academia al respecto.