El
eunuco es un
hombre castrado. La privación de los genitales externos masculinos podía efectuarse de manera parcial o total. La manera parcial era la castración propiamente dicha, es decir la extirpación (por corte) o la inutilización (por golpes) de los testículos. Otra manera parcial era la extirpación por corte del pene. La manera total era cuando se mutilaba radicalmente, cortando pene y testículos. Históricamente, el convertido en eunuco, cambia así a una nueva condición de género social, esto es, la cultura en la que está inmerso el individuo (una vez producida la mutilación física de sus genitales externos) le asigna un trato diferenciado. A pesar que una consecuencia es una "feminización" que de lo hormonal afecta la distribución lipíca corporal, biológicamente el macho humano no se convierte en hembra en el sentido que no se produce cambio genético. En cambio, socioculturalmente, el eunuco no es ya hombre ni tampoco es mujer, se le cambia así un nuevo género. Y con ello usualmente se les ha encargado funciones especiales. Son famosas las costumbres institucionalizadas de convertir hombres en
eunucos que practicaron en los imperios chino, turco y musulmán. En estos casos, los hombres socioeconómicamente acomodados del país, encomendaban a los
eunucos especialmente el cuidado de las mujeres del harén. En estos casos también (sumados al del imperio bizantino), algunos
eunucos llegaron a ser importantes funcionarios y alcanzar una considerable influencia política. Pero en otros pueblos también había la costumbre de convertir hombres en
eunucos. Aun hoy existen en la India (con el nombre de hijras), hasta hace poco existieron en Rusia (incluso hasta mediados del régimen soviético), también los hubo en el barroco europeo utilizados para el canto y llamados castratti. En el territorio de los afars y de los issas, cuando un hombre quería solicitarle a una mujer que contrajeran enlace matrimonial, para ser aceptado debía demostrar primero su valor llevándole como obsequio y entregándole como regalo envuelto los genitales de otro hombre a quien previamente debía haber mutilado.