Las
tecnologías furtivas (
stealth del
inglés), llamadas popularmente
de invisibilidad, cubren varias técnicas de ocultación, la mayoría usadas en
aviones y barcos, para hacerles menos
visibles al
radar. Esta tecnología se hizo notoria en guerras como la del
Golfo en
1991, aunque dados los recientes avances en los
algoritmos de filtros bayesianos, usados para procesar los datos recibidos por los radares, así como las mejoras en los propios radares y sensores, ha perdido efectividad. No obstante, tanto
Estados Unidos como
Rusia y otros países continúan desarrollando e investigando tecnologías furtivas. La tendencia actual es integrar tecnologías furtivas sobre equipo más convencional, bajo el concepto denominado
baja observabilidad.