Arte. Arte de lograr un signo en una superficie dura utilizando sistemas adecuados para grabarlo. Es una de las formas más antiguas de expresión artística y una técnica de las artes aplicadas, de la orfebrería, de la numismática y el arte de las medallas. Está ligado al nacimiento de la gráfica artística impresa sobre un soporte, generalmente de papel, por un proceso de entintado y de sucesiva impresión. Los pueblos antiguos, lo mismo los de Oriente que los de Occidente, trabajaban las piedras preciosas en hueco (grabados), o en relieve (camafeos). Durante los últimos siglos de la Edad Media se efectuaban toscos grabados en madera. Es difícil decir acerca de su verdadero origen ante las muchas opiniones emitidas en manifiesta contradicción. Entre las primeras estampas occidentales figuran las barajas, que aparecieron en estos mismos años en Alemania (1377) y en Italia (1379). Hacia la mitad del siglo XV empezaron a utilizarse los desechos de las piezas de lino para fabricar papel y se difundieron en toda Europa las primeras grafías impresas que ilustraban episodios de la vida de Cristo y de los santos. Los grabados con fechas más antiguas son la Virgen de Bruselas de 1418 (Bruselas, Bibliotheque Royale) y San Cristóbal de 1423 (Manchester, J. Rylands Library). En 1453 el florentino Mazzo Finiguerra inventó el método de imprimir estampas en planchas de metal grabadas en hueco. A partir de este momento hizo rápidos progresos el grabado en hueco cultivado por los italianos de la segunda mitad del siglo XV, ocupando lugar preeminente el milanés Andrés Mantegna (1431-1506). La técnica al buril introdujo un nuevo sistema de impresión. Una matriz de metal, normalmente de cobre, se grababa con el buril: a continuación se entintaban las partes cóncavas y se hacía penetrar con fuerza una hoja de papel humedecido en los surcos entintados, (calcografía o grabado en hueco) completamente opuesto al tipográfico o en relieve de la Xilografía. El más antiguo grabado sobre metal fechado es la Flagelación de Berlín (1466). El arte de la impresión fue renovado por Mantegna. Alberto Durero recogió las experiencias de la tradición del grabado alemán conjugándolas con la novedad del renacimiento italiano. Las primeras experimentaciones al aguafuerte son suyas (seis grabados sobre hierro). El aguafuerte tuvo en Parmigianino el primer gran intérprete en Europa. Después de la introducción de las nuevas técnicas de efecto pictórico, el buril empezó a decaer. El buril había conquistado un amplio mercado en Roma, en donde se desarrolló durante todo el Cinquecento una floreciente industria estimulada por artistas como Marcantonio Raimondi. La importancia del grabado como vehículo de divulgación cultural fue la base del buen éxito de la impresión, a menudo utilizada en actos conmemorativos por los gobiernos de toda Europa (Luis XIV instituyó la calcografía real en 1670). En el siglo XVIII el grabado al aguafuerte tradujo temas de género efectuados por grandes artistas e impresos y reunidos en libros: paisajes y vistas (M. Ricci, A. Canaletto), sátiras de costumbres (W. Hogart, T. Rowlandson), etc. Entre los siglos XVIII y XIX uno de los protagonistas de la gráfica de todos los tiempos, F. Goya, creó dos nuevas técnicas de gran efecto pictórico: el aguatinta y la litografía. Nacida como un simple y económico medio de reproducción, la litografia acompañó la historia de la ilustración y del periodismo hasta el nacimiento de las técnicas fotomecánicas (H. Daumier, G. Gavarni). Muchos artistas de los siglos XVIII y XIX utilizaron el grabado litográfico (H. de Toulouse-Lautrec, Picasso, P. Klee).