Astronomía. Nombre que se da al hidrógeno neutro que se encuentra en el espacio interestelar. Como que el hidrógeno frío no irradia, los radioastrónomos creían haber perdido una manera de explorar el universo, dada la abundancia de este elemento. Pero, en 1944, el holandés Van de Holst demostró que en condiciones muy diferentes de las normales del laboratorio se puede producir una emisión de las llamadas prohibidas. El electrón que da vueltas en torno al núcleo (protón) del átomo de hidrógeno puede, espontáneamente, una vez cada once millones de años, girar su eje de rotación. Esta transición representa una variación de energía correspondiente a un fotón de 21'1 cm de longitud de onda. Gracias al inmenso número de átomos de hidrógeno que existen en el espacio, esta emisión es discernible y, en efecto, se pudo detectar, ya en 1951, en los EE. UU., Holanda y Australia. El hidrógeno interestelar se halla en los brazos de la Galaxia a razón de dos átomos por cm2, pero las dimensiones de aquellos son tan ingentes que se han podido seguir gracias a esta radiación. Fuera de las espirales, exceptuando en las acumulaciones que dan lugar a nebulosas, el hidrógeno es prácticamente inexistente.