El
indoeuropeo es la lengua madre común reconstruída a partir de las relaciones entre el
sánscrito, el
griego clásico, el
latín, el
alemán y otras lenguas.
Se trata pues de una lengua
reconstruída, es decir, muerta y de la que no se tienen testimonio escrito, y que ha sido deducida a partir de las semejanzas entre diversas lenguas hijas.
Esta reconstrucción se lleva a cabo según una metodología establecida por la rama de la lingüística conocida como
lingüística comparada.