Se le llama
momias a los cadáveres de seres humanos o de animales, que por diversas razones, se hayan mantenido en un notable estado de conservación largo tiempo después de la
muerte.
Existen regiones y lugares que por sus características de sequedad extrema, frialdad, alcalinidad, aislamiento de la intemperie o de los microorganismos, causan que un cadáver se momifique en lugar de corromperse y se degrade por completo, como sucede normalmente en casi cualquier parte de la biósfera terrestre.