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La Revolución Naranja (en ucraniano, Помаранчева революція, Pomaráncheva revolyutsiya) consistió en una serie de protestas y acontecimientos políticos que tuvieron lugar en Ucrania desde finales de noviembre de 2004 hasta enero de 2005. Estas protestas ocurrieron en el contexto de las elecciones presidenciales, en las que hubo fuertes acusaciones de corrupción, intimidación de votantes y fraude electoral directo. Kiev, la capital ucraniana, fue el punto focal de la campaña del movimiento de resistencia civil en el que participaron miles de manifestantes diariamente.[1] A nivel nacional, la «revolución» se caracterizó por una serie de actos de desobediencia civil y huelgas generalizadas organizadas por el movimiento de oposición.
Las protestas fueron incentivadas por los informes de diversos observadores nacionales y extranjeros, así como por la percepción por la oposición de que las autoridades amañaron los resultados de la votación del 21 de noviembre de 2004 entre los candidatos Víktor Yúshchenko y Víktor Yanukóvich a favor de este último.[2] Las protestas nacionales se llevaron a cabo después de que se anularan los resultados de la contienda original, y el Tribunal Supremo de Ucrania ordenó convocar nuevas elecciones para el 26 de diciembre de 2004. Bajo un intenso escrutinio por parte de observadores domésticos e internacionales, la segunda contienda se declaró «libre y justa». Los resultados finales revelaron una clara victoria para Yúschenko, que recibió un 52 % de los votos, comparado con un 44 % de Víktor Yanukóvich. Yúshchenko fue declarado como el ganador oficial con su inauguración el 23 de enero de 2005 en Kiev, con lo que se dio fin a la Revolución Naranja.
En 2010, Víktor Yanukóvich se convirtió en el sucesor de Yúshchenko como presidente de Ucrania, después de que la Comisión Central Electoral y observadores internacionales declararan que la elección presidencial de ese año se desarrolló de manera justa.[3]
En los años que siguieron a la Revolución Naranja fue usual que en Bielorrusia y Rusia esta se utilizara como una asociación negativa entre los círculos progubernamentales, por miedo de contagio.[4][5][6]
Sin embargo, Yanukóvich fue expulsado del gobierno cuatro años después, tras las protestas, disturbios y duros enfrentamientos conocidos como «Euromaidán», ocurridos entre finales de 2013 y principios de 2014, en la Plaza de la Independencia de Kiev. Al contrario de la Revolución naranja, este golpe de Estado resultó en más de cien muertes y fragmentaron el país, provocando la anexión de Crimea a Rusia y sublevaciones armadas en las zonas orientales del país que se opusieron al Euromaidán y sus consecuencias.