En esta página puede obtener un análisis detallado de una palabra o frase, producido utilizando la mejor tecnología de inteligencia artificial hasta la fecha:
La neumonía[2] o pulmonía[3] es una enfermedad del sistema respiratorio que consiste en la inflamación de naturaleza infecciosa de los espacios alveolares de los pulmones.[4]
La neumonía es, por lo general, la infección aguda del parénquima pulmonar asociada a un nuevo infiltrado en la radiográfica de tórax. La neumonía puede afectar a un lóbulo pulmonar completo (neumonía lobular), a un segmento de lóbulo, a los alvéolos próximos a los bronquios (bronconeumonía) o al tejido intersticial (neumonía intersticial). La neumonía hace que el tejido que forma los pulmones se inflame, se hinche y provoque dolor. Muchos pacientes con neumonía pueden ser tratados de forma ambulatoria sin requerir ingreso hospitalario.
La neumonía adquirida en la comunidad (NAC) o neumonía extrahospitalaria es la que se adquiere fuera de los hospitales, mientras que la neumonía nosocomial (NN) o neumonía intrahospitalaria (NIH) es la que se adquiere durante la estancia hospitalaria (después de 48 horas del ingreso en hospital). [5] Una vez transcurridas 48 horas, se adiciona al criterio de un nuevo infiltrado en la radiografía de tórax.[6] Los signos de infección pueden ser valorados por un incremento de la proteína C reactiva (PCR), fiebre (>37,8 °C) o una leucocitosis con desviación a la izquierda (aumento de neutrófilos).[7]
La neumonía puede ser una enfermedad grave si no se detecta a tiempo, y puede llegar a ser mortal, especialmente entre personas de edad avanzada y entre los inmunodeprimidos.[8] En particular los pacientes de sida contraen frecuentemente la neumonía por Pneumocystis. Las personas con fibrosis quística tienen alto riesgo de padecer neumonía debido a que continuamente se acumula fluido en sus pulmón.[9]
Puede ser contagiosa, ya que los microorganismos causantes de dicha enfermedad se diseminan rápidamente en el aire, y pueden propagarse por medio de estornudos, tos y mucosidad; un paciente que ha padecido neumonía puede quedar con secuelas de esta en su organismo por mucho tiempo, esto lo hace potencialmente contagioso y las personas más propensas a contraerla son las que estén en curso de una gripe o un cuadro asmático, entre otras enfermedades del aparato respiratorio. Fumar cigarrillos también puede multiplicar el riesgo.[10]
El tratamiento depende de la causa subyacente. La neumonía que se cree que se debe a bacterias se trata con antibióticos.[11] Si la neumonía es grave, puede requerir hospitalización. Se puede usar terapia de oxígeno (hipoxemia) si los niveles de oxígeno son bajos.