Los babilonios empleaban un
sistema de numeración sexagesimal posicional adaptado tras tomar el de los sumerios y también de la civilización de
Acadia.
Los números babilónicos se escribían en cuneiforme, usando una aguja de lámina inclinada para acuñar marcas en una tablas de arcilla suave que luego se exponían al sol para endurecerlas y que quedasen permanentemente.
Este sistema apareció por vez primera alrededor de 1900-1800 a.C. También se acredita como el primer sistema de numeración posicional, es decir, en el cual el valor de un dígito particular depende tanto de su valor como de su posición en el número que se quiere representar. Esto era un avance extremadamente importante, porque antes de lugar-valor obligaron a los técnicos de sistema a utilizar símbolos únicos para representar cada energía de una base (diez ,cien , mil, y así sucesivamente), llegando a ser incluso los cálculos más básicos poco manejables.