En esta página puede obtener un análisis detallado de una palabra o frase, producido utilizando la mejor tecnología de inteligencia artificial hasta la fecha:
La objetividad es la cualidad de lo objetivo, de tal forma que es perteneciente o relativo al objeto en sí mismo, con independencia de la propia manera de pensar o de sentir que pueda tener cualquier sujeto que lo observe o considere.[1] Es decir, la objetividad incluiría un conjunto de características que trasciente la subjetividad de un observador.
Por la definición antes dicha, la objetividad es un desideratum (latín para cosa deseada), en cuanto es tratada siempre por sujetos. Sin embargo, existen claros criterios que hacen en mayor grado objetivo o no el discurso sobre algo o alguien. Por ejemplo los criterios de verdad en gnoseología, el principio de realidad en psicología y las tablas de verdad en lógica, o las formulaciones correctas de explicaciones matemáticas dan pautas objetivas. En física, la objetividad es una propiedad intersubjetiva, por la cual diferentes observadores físicos pueden reconocer una serie de características comunes o invariantes.
Un ejemplo de enunciado objetivo típico es: «las hojas de las plantas con clorofila son percibidas visualmente casi siempre de color verde por el Homo sapiens». Por el contrario, un ejemplo típico de enunciado subjetivo, aunque sea válido, es: «las plantas cuyas hojas son de color verde, visualmente son hermosas», ya que el concepto de belleza puede variar considerablemente de un individuo a otro.
La actitud filosófica, antagónica al subjetivismo, caracterizada por conceder primacía al objeto respecto del sujeto se conoce como objetivismo.[2]
En el sentido filosófico de la palabra, sirve para caracterizar: