1) Término que designa el arte de los primeros siglos de la era cristiana. Se sitúa en la órbita de la Roma imperial y en cuanto a su extensión geográfica, pueden considerarse pertenecientes a el las obras de arte producidas en los territorios situados bajo dominio romano. En su evolución se acostumbra a distinguir una fase anterior y otra posterior a la llamada "paz religiosa", establecida por la proclamación del cristianismo como religión del estado (313). Entre este inicio y la muerte del emperador Heraclio (641), se puede dividir en tres edades: constantiniana (siglo IV), teodosiana (finales siglo IV y siglo V) y justiniana.
2) Arquitectura: La escasez de datos realmente comprobados hace bastante difícil una valoración de la arquitectura. La arquitectura cristiana de los primeros siglos revela tendencias al empleo de estructuras basilicales para las iglesias, con la aceptación de un tipo de construcción ya experimentado en época romana en las salas para asambleas públicas. Durante el reinado de Constantino y sus sucesores, se construyeron un gran número de iglesias creando así una arquitectura eclesial imperial en Roma, Constantinopla y en las ciudades de del imperio, variada y diferenciada: basílicas con o sin crucero (Roma), iglesias cruciformes (Milán); etc. La primera basílica monumental romana de cinco naves, con crucero y ábside saliente fue San Juan de Letrán. En Constantinopla, figuraban la primitiva Santa Sofía y la basílica de los Santos Apóstoles (Apostoleion). Según el modelo de los Santos Apostoles se reprodujeron los martyrión cruciformes y un tipo octogonal con ambulatorio y con estructuras satélites (Bosra, Rusafa; gran octágono de Hierápolis). También fueron bastante numerosos los tipos arquitectónicos de planta central, basados en el círculo, cuadrado y octógono. Su estructura interna era bien de nicho, o con ambulatorio de columnas. A veces, se combinaron los dos tipos como en el mausoleo de Santa Constanza en Roma.
3) Pintura y mosaico: La pintura monumental de los cristianos es conocida por las catacumbas, donde las paredes de las cámaras funerarias eran decorados como monumentos sepulcrales. Los temas de las pinturas se tomaban generalmente de las Sagradas Escrituras. Las pinturas más antiguas son de principios del siglo III (lo testimonia el extraordinario conjunto de frescos descubiertos en Dura-Europos, en Mesopotamia) y, estiIísticamente (como en las catacumbas de Domitilla). El siglo IV está caracterizado en parte por un retorno al estilo clásico (nueva catacumba de via Latina, donde los hipogeos paganos y cristianos reunidos muestran un repertorio iconográfico excepcionalmente rico). Los mosaicos más notables se hallan en Roma: en Santa Constanza (siglo IV), en Santa Prudenziana (finales del siglo IV), y en Santa Maria Maggiore.
4) Escultura: Se desarrolló lentamente, tomando prestados sus primeros temas del simbolismo pagano de la antigüedad tardía. Los temas cristianos con el correr del siglo se convirtieron en elementos centrales y dominantes de toda la composición de naturaleza bucólica. La primera serie de sarcófagos cristianos se distingue por la imagen del Buen Pastor, elemento constante de toda la escultura preconstantiniana. A ésta se opone otra creación: la figura del orante. En el posterior desarrollo los orantes y el Buen Pastor se inscriben en escenas bíblicas de salvación. Al final de la época tetrárquica (inicios del siglo IV) aparece la figura del propio Cristo. Proliferan las escenas de los milagros y nacen los sarcófagos. El frente del sarcófago, está frecuentemente dividido en dos compartimientos horizontales, con la imagen en un clípeo o una concha con el busto del difunto en el centro. El relieve bastante alto de las figuras revela el gusto por las formas clásicas (sarcófago de Giunio Basso). Aparecen también los sarcófagos llamados de la Pasión, dominados, por la imagen simbólica de la Resurrección. La producción de sarcófagos en los talleres occidentales fue seguida por el auge de las esculturas sobre sarcófago en Ravena.