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La quiropráctica o quiropraxia es una medicina alternativa y pseudociencia[1] que se centra en el diagnóstico y tratamiento de los trastornos mecánicos del sistema musculoesquelético, especialmente la columna vertebral, bajo la creencia de que estos trastornos afectan la salud general a través del sistema nervioso[2][3] y que su corrección mejora o restaura la salud.[3][4][5][6][7]
Tal como el origen de su nombre indica ("quiro", del Griego χειρ, χειρός "mano", y πράξις "praxis, práctica" por tanto, "hecho manualmente"), la principal técnica quiropráctica consiste en terapia manual, especialmente la manipulación de la columna vertebral, otras articulaciones y tejidos blandos.[8] Las bases tradicionales de la quiropráctica afirman que la mayor parte de las enfermedades humanas son causadas por malformaciones de la columna vertebral ("subluxación vertebral"), que presionan los nervios circundantes y "bloquean el flujo de una energía natural a través del cuerpo",[9] interfiriendo con la función del organismo y su "inteligencia innata".[9] Ninguno de estos conceptos ni teorías fundamentales de la quiropráctica está respaldado por pruebas científicas.[3][9] Algunos quiroprácticos también ofrecen terapias convencionales, tales como ejercicios y orientación para un estilo de vida saludable,[8] lo que hace que al paciente le resulte difícil distinguir lo que tiene una base científica de lo que no la tiene.[10]
La terapia manual puede ser efectiva para aliviar el dolor lumbar crónico,[9] si bien no se ha podido confirmar ni refutar que sea más eficaz que los tratamientos de la medicina convencional.[11] No hay evidencias suficientes que respalden la efectividad de la terapia manual en otras enfermedades que afectan a los huesos, las articulaciones o los tejidos blandos, por lo que no existe base para recomendar la quiropráctica como tratamiento en estos casos, y no hay ninguna evidencia de su efectividad para tratar ningún otro trastorno de salud.[9]
No está establecida la seguridad de la quiropráctica.[12] La manipulación produce con frecuencia efectos adversos transitorios moderados o leves (aproximadamente en el 50% de los casos).[3] La incidencia de las complicaciones graves, entre las que se incluyen hemorragia subaracnoidea, paraplejia y muerte, es probablemente rara,[9][13] si bien no se conocen los datos reales debido a que la gran mayoría de los casos no se comunican ni documentan en la literatura médica.[3][14][15] Otros posibles riesgos para la salud como consecuencia de la consulta con un quiropráctico incluyen diagnósticos erróneos y/o retrasos en alcanzar un diagnóstico correcto, y el rechazo a la vacunación por parte de muchos quiroprácticos.[3] La quiropráctica es una de las formas más extendidas de terapia manual. Se practica en todo el mundo y está regulada por la ley en más de 40 países.[16]