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El riel,[1] raíl[2] o carril[3] es cada una de las barras metálicas sobre las que se desplazan las ruedas de los trenes y tranvías. Los rieles se disponen como una de las partes fundamentales de las vías férreas y actúan como soporte para el dispositivo de guiado y en su caso como elemento conductor de la corriente eléctrica. La característica técnica más importante del ferrocarril es el contacto entre el riel y la rueda con pestaña, siendo sus principales cualidades su material, forma y peso.[4]
El perfil de un riel es la forma de su sección transversal (es decir, tomada perpendicularmente a su longitud).[5]
Los primeros rieles estaban hechos de madera, fundición de hierro o hierro forjado, pero todos los rieles modernos se obtienen mediante su procesamiento en forma de acero laminado. Su sección transversal (perfil) normalmente recuerda a una doble T, pero asimétrica con respecto a un eje horizontal (excepto los carriles ranurados empleados en los tranvías, que no se ajustan a este patrón). La cabeza está perfilada para resistir el desgaste y dar una buena marcha, y el pie está conformado para adaptarse al sistema de fijación.
A diferencia de otros muchos usos de los materiales siderúrgicos, los rieles de ferrocarril están sujetos a tensiones muy altas, por lo que se fabrican con aceros de gran calidad. Se necesitaron muchas décadas para mejorar la calidad de los materiales, incluido el cambio del hierro al acero. Defectos menores en el acero que pueden no presentar problemas en otras aplicaciones, pueden provocar la rotura de los rieles y producir descarrilamientos peligrosos cuando se usan en vías férreas.
En general, cuanto más pesados son los rieles y el resto del sistema de vías, más pesados y rápidos son los trenes que pueden transportar estas vías.
Los rieles representan una fracción sustancial del costo de una línea ferroviaria. Las acerías solo fabrican una pequeña cantidad de tamaños de rieles estandarizados, por lo que un ferrocarril debe elegir el tamaño adecuado más cercano. Los rieles pesados desgastados de una línea principal a menudo se recuperan y se reutilizan en ramales, vías muertas o estaciones de clasificación.