La
tortura es el acto de causar daño físico o psicológico intencionadamente con el fin de obtener una
confesión o
información de la víctima o de una tercera persona, como venganza por un hecho cometido por la víctima o por una tercera persona, o meramente para el entretenimiento del torturador.
Este daño se puede causar de varias formas. El daño físico se puede causar mediante golpes, rotura de huesos, desgarros musculares, pinchazos, cortes, descargas eléctricas, desfiguración, fuego, aplicación de temperaturas extremas, ingestión de productos químicos o elementos cortantes, ahogamiento, violaciones, privación del sueño, posturas corporales incómodas...