La frase "water-to-cement ratio" se utiliza como un sustantivo compuesto en inglés.
/wɔːtər tə ˈsɛmɛnt ˈreɪʃioʊ/
La "water-to-cement ratio" se refiere a la relación entre la cantidad de agua y la cantidad de cemento en una mezcla de concreto. Es un factor crítico que influye en la resistencia, durabilidad y trabajo de la mezcla. Una menor relación agua-cemento generalmente conduce a un concreto más fuerte, mientras que una mayor relación puede resultar en un concreto más débil y menos duradero. Este término se utiliza principalmente en contextos técnicos, y su uso es más frecuente en documentos escritos y discusiones técnicas que en el habla cotidiana.
La relación agua-cemento es crucial para garantizar la resistencia del concreto.
Engineers must calculate the water-to-cement ratio to achieve the desired durability.
Los ingenieros deben calcular la relación agua-cemento para lograr la durabilidad deseada.
A lower water-to-cement ratio often results in a stronger final product.
Aunque "water-to-cement ratio" no se utiliza comúnmente en expresiones idiomáticas, el concepto de "ratio" o "proporción" puede aparecer en diferentes contextos:
La proporción de éxito a fracaso no siempre está a nuestro favor.
Finding the right balance is key; the ratio of effort to reward can be misleading.
Encontrar el equilibrio adecuado es clave; la proporción de esfuerzo a recompensa puede ser engañosa.
A good manager understands the ratio of time spent planning to time spent executing.
La frase "water-to-cement ratio" combina "water" (agua), de origen germánico, y "cement" (cemento), del latín "caementum", que se refería a una mezcla de polvo de piedra. "Ratio" proviene del latín "ratio", que significa ‘cálculo’, ‘razón’ o ‘método’.
La frase "water-to-cement ratio" es fundamental en la ingeniería civil y la construcción, donde la calidad del material y su durabilidad dependen en gran medida de esta proporción, facilitando así la formulación de mezclas de concreto optimizadas.