Sustantivo (masculino)
/duˈɾas.no/
El durazno es una fruta comestible, de forma redondeada, con piel aterciopelada y pulpa jugosa y dulce. Es el fruto del duraznero, un árbol de la familia de las rosáceas. En español, el durazno es conocido por su sabor dulce y se consume fresco, en mermeladas, compotas, y en diversos postres.
El uso de la palabra “durazno” es frecuente tanto en el habla oral como en el contexto escrito, especialmente en ámbitos relacionados con la gastronomía y la agricultura. Sin embargo, en algunos países de América Latina, esta fruta es conocida también como "melocotón".
El durazno es una de mis frutas favoritas del verano.
("The peach is one of my favorite summer fruits.")
Compré un kilo de durazno para hacer un postre.
("I bought a kilo of peach to make a dessert.")
No hay expresiones idiomáticas muy comunes que incluyan la palabra "durazno", pero aquí hay algunas frases que utilizan la fruta como metáfora:
“Me siento como un durazno maduro en esta calurosa tarde.”
("I feel like a ripe peach on this hot afternoon.")
“El amor es como un durazno, a veces dulce y otras, un poco ácido.”
("Love is like a peach, sometimes sweet and other times a bit sour.")
“No hay nada como un durazno en su punto para alegrar el día.”
("Nothing like a peach at its perfect ripeness to brighten the day.")
La palabra "durazno" proviene del latín "malum persicum", que significa "manzana persa", en referencia a su origen en Persia (actual Irán). Con el tiempo, la palabra se transformó en "durazno" en el español.
Sinónimos: melocotón (en algunos países), fruta dulce.
Antónimos: no tiene antónimos directos, ya que es un sustantivo específico que se refiere a una fruta concreta.