La expresión "hacerse el sueco" es un modismo en español que se utiliza como una locución verbal.
/haseɾse el ˈsweko/
La expresión "hacerse el sueco" se utiliza para referirse a una persona que finge no entender algo o que actúa de manera desinteresada o ignorante frente a una situación. En general, se emplea en contextos coloquiales y su uso es más frecuente en el habla oral que en el escrito. Es una forma de eludir responsabilidades o evitar interactuar con una situación incómoda.
No me digas que te hiciste el sueco cuando te preguntaron por el proyecto.
(Don't tell me you played dumb when they asked you about the project.)
María siempre se hace la sueca cuando se menciona el tema del presupuesto.
(María always pretends not to understand when the budget topic comes up.)
Hacerse el sueco para evitar problemas
A veces, es más sencillo hacerse el sueco para evitar problemas en lugar de enfrentar la situación.
(Sometimes, it’s easier to play dumb to avoid problems instead of facing the situation.)
No te hagas el sueco, ya sabes que tienes que decidir
En esta reunión, no te hagas el sueco, ya sabes que tienes que decidir.
(In this meeting, don’t play dumb, you know you have to decide.)
Si te haces el sueco con tus compañeros, nadie confiará en ti
Si te haces el sueco con tus compañeros, nadie confiará en ti en el trabajo.
(If you play dumb with your colleagues, no one will trust you at work.)
La expresión "hacerse el sueco" tiene sus raíces en la manera en que se percibía a las personas suecas como distantes o poco expresivas. Se cree que se originó en España y que tiene connotaciones de ignorancia voluntaria, aunque no están totalmente claras sus raíces lingüísticas exactas. El uso de "sueco" como un adjetivo para describir una actitud de indiferencia o ignorancia se ha mantenido a lo largo del tiempo.
Esta expresión forma parte de un uso coloquial y refleja cómo ciertos estereotipos nacionales pueden influir en el lenguaje y en las percepciones culturales.