El
uróboros u
ouroboros es un
símbolo ancestral que muestra un gusano, una serpiente o un
dragón engullendo su propia cola y formando así un círculo. En algunas representaciones antiguas aparece complementada con la inscripción griega
Hen to pan, es decir
el Uno, el Todo. Se asocia a la
alquimia, al
gnosticismo y al
hermetismo. Representa la naturaleza cíclica de las cosas, el eterno retorno y otros conceptos percibidos como ciclos que comienzan de nuevo en cuanto concluyen. En un sentido más general simboliza el tiempo y la continuidad de la vida. En algunas representaciones el animal se muestra con una mitad clara y otra oscura haciendo recordar la dicotomía de otros símbolos similares como
el yin y el yang. Hay quien ha sugerido que el uróboros es un símbolo de autofelación.