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Capilla es la denominación de un tipo de iglesia o lugar de culto en la religión católica, aunque también existen capillas en otras denominaciones, como la comunión anglicana o las iglesias luteranas. Arquitectónicamente puede ser independiente o formar parte de un edificio mayor, de ordinario una iglesia o un palacio.
Etimológicamente proviene, según el DRAE, del diminutivo latino de capa.[3] Tal origen podría proceder de la costumbre de los reyes de Francia de hacer colocar la capa de san Martín durante las campañas militares en su tienda; esta pasó a denominarse "capilla", y los clérigos que ejercían en ella su ministerio capellanes.[4] Otro posible origen sería la palabra latina capella[5] que significa "cabra" o "cabrilla", porque en lo antiguo se cubrían con pieles de estos animales las ermitas y pequeñas iglesias, y se llamaba capella todo edificio que estaba cubierto con estas pieles.[6]
Con el término "capilla" se designan muy diferentes construcciones, así como, por metonimia, instituciones eclesiásticas (el cabildo o capítulo eclesiástico), educativas (el cuerpo equivalente en un colegio universitario) o artísticas (especialmente en el mundo de la música, donde capilla es el cuerpo de músicos de una iglesia y "maestro de capilla" -Kapellmeister en alemán- el cargo principal en la jerarquía de este arte hasta el siglo XIX).[7] "Capilla ardiente" es el túmulo que se levanta para celebrar las exequias.
Las capillas se denominan con los patronímicos del santo patrón o la advocación del culto mariano (en la tradición inglesa Lady chapel)[8] o cristológico en cuyo honor se erigen.
En el Antiguo Régimen, cada casa noble, cada gremio y red clientelar se vinculaba con una de las varias capillas existentes en una iglesia o catedral (muy a menudo realizando en ellas una fundación eclesiástica o cofradía), estableciéndose fuertes rivalidades entre ellas.
Suelen disponerse a lo largo de las iglesias, bien como espacios abiertos a las naves laterales o bien con entrada independiente. Muy a menudo marcan su separación del espacio común de la iglesia con cierres especialmente decorados (rejería). Para la celebración del culto han de disponer de un altar, alojando "altares menores" diferentes del altar mayor. El resto de su contenido consiste esencialmente en la imagen de su advocación (muy a menudo en obras de arte complejas: los retablos o altarpieces) y en su caso el sepulcro del fundador y su familia. La cubierta de las capillas de mayor tamaño puede consistir en sofisticadas bóvedas o cúpulas, mientras que en las pequeñas no es tan común. Suelen disponer de iluminación propia y diferenciada del resto de la iglesia (bien con luz natural a través de ventanales y vidrieras, bien mediante iluminación artificial). Sus dimensiones, por definición reducidas (al menos en comparación con el edificio del que dependen), incluyen en cualquier caso el espacio suficiente para alojar a los fieles que acudan a ella.