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La teología cristiana es la teología del conjunto de creencias del cristianismo.[1] Este estudio se centra principalmente en los textos del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento de la Biblia cristiana, así como en la tradición cristiana. Para los cristianos, tales creencias son consideradas «verdades fundamentales». Estos estudios se centran principalmente en el análisis del Antiguo y Nuevo Testamento, que llevan a realizar una exégesis de los textos, como también argumentaciones racionales a partir de ella. Las teólogas y teólogos cristianos utilizan la exégesis bíblica, el análisis racional y la argumentación. Dentro de esta teología se encuentra también la teología histórica, la teología bíblica o exegética, la teología sistemática y la teología práctica. Las y los teólogos pueden emprender el estudio de la teología cristiana por diversas razones, como por ejemplo para:
La teología cristiana ha impregnado gran parte de la cultura occidental no eclesiástica, especialmente en la Europa premoderna, aunque el cristianismo es una religión mundial.
La teología se refiere al discurso creyente sobre Dios, la Biblia, la religión y la Iglesia, y en particular sobre las doctrinas cristianas, elaboradas según los medios y la perspectiva indicados anteriormente. No todo discurso creyente es teológico per se, sino que puede tratarse de una confesión de fe (o testimonio), predicación o incluso una alabanza. También es posible hablar de la teología de una u otra gran figura (pl ej., teología juanina, teología paulina o teología agustiniana). También se habla de teología calvinista o teología luterana.
Las autoridades religiosas organizan la enseñanza de la teología como una disciplina universitaria. El carácter científico de la teología sigue siendo objeto de debate: si bien su parentesco con la filosofía haría que fuera más apropiado llamarla un tipo de «sabiduría», en la Edad Media se la consideraba la reina de las ciencias, el culmen de todo el saber humano, según el lugar que la metafísica ocupaba en el sistema aristotélico. Sin embargo, según los criterios modernos de la ciencia, solo algunas ramas pueden considerarse absolutamente como disciplinas científicas.
En la Iglesia Ortodoxa, la teología no se considera una disciplina especulativa y deductiva, sino el conocimiento experiencial de un Dios que se manifiesta a su creación, y por tanto, el título de «teólogo» solo se le concede a tres santos: San Juan Evangelista, San Gregorio Nacianceno y San Simeón el Nuevo Teólogo.