La Jamais Contente fue el primer automóvil en superar los 100 km/h.[1] Es un automóvil eléctrico con una carrocería de aleación ligera con forma de torpedo. Pero, la alta posición de conducción y el expuesto chasis inferior, estropeaban mucho la aerodinámica.
El récord de velocidad en tierra fue establecido, según las fuentes, el 29 de abril o el 1 de mayo de 1899, en Achères, cerca de París, Francia.
El vehículo actualmente se encuentra expuesto en el museo del automóvil de Compiègne, Francia.