En la
mitología griega,
Chronos o
Khronos (en
griego Χρόνος, «tiempo eterno», en
latín Chronus) era la personificación del tiempo. A menudo se le confunde místicamente con el
titán Crono. También se le llamaba
Eón o
Aión (en griego Αίών).
Chronos surgió al principio de los tiempos formado por sí mismo como un ser incorpóreo y serpentino con tres cabezas: de hombre, de toro y de león. Se entrelazó con su compañera
Ananké (la inevitabilidad) en una espiral en torno al huevo primigenio y lo separó, formando el universo ordenado de la tierra, el mar y el cielo.