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El saqueo de Asunción fue llevado a cabo a partir de 1 de enero de 1869, cuando las fuerzas brasileñas en la Guerra de la Triple Alianza ocuparon la capital paraguaya.[1][2] Asunción quedó desierta, evacuada por todos sus pobladores y vio echarse sobre ella los 30 000 soldados de Gastón de Orleans, El Conde d'Eu.
Apenas entradas las tropas en la ciudad, comenzó el saqueo de todos los edificios, comenzando por los grandes palacios de las familias aristocráticas de la capital. También fueron saqueados los muebles de los ministerios del gobierno, los del Palacio del Congreso, los de la familia López; el mobiliario del Club Nacional, comprado en Europa poco antes de la Guerra; el mobiliario de la casa del mariscal Francisco Solano López y de la residencia de su mujer, Elisa Lynch. Los primeros lugares en ser visitados fueron el Club Nacional y las residencias del Presidente, de su mujer y de sus hermanos Venancio y Benigno e Inocencia, repletas de muebles finos, cuadros de firma, alfombras, espejos venecianos, pianos y vajillas de oro y plata. También fueron saqueadas casas civiles, iglesias o incluso el cementerio y las tumbas en búsqueda de joyas.[3]
El general Emilio Mitre, horrorizado por las imágenes, había dado la orden de no participar del saqueo y organizó el campamento en una zona alejada. Los cerca de 4 000 soldados Argentinos acamparon en las afueras a una legua de la ciudad, en La iglesia de la Trinidad, edificada por Carlos Antonio López y donde descansaban sus restos.
El Presidente Argentino Sarmiento lo felicitó por su accionar:
"Aplaudo la determinación prudentísima de Ud. de no entrar en Asunción, dejando a la soldadesca brasileña robar a sus anchas. Esta guerra tomará proporciones colosales en la historia y es bueno que nuestro nombre figure limpio de reproche".[4]
Por las calles había filas de objetos y muebles que esperaban para ser cargados en los barcos dirigidos a Río de Janeiro; al zarpar, los barcos iban hasta el tope cargados de los objetos saqueados en Asunción. Sin embargo a pesar de las órdenes del general varios "trofeos" como cañones de bronce, banderas y distintos objetos llegaron a la Argentina y Uruguay.