Anteriormente al descubrimiento de América, la patata era planta de cultivo en las zonas templadas del Nuevo Continente y debió su gran propagación a los incas. Poco después de 1565 fue transportada a Irlanda, aunque no obtuvo aceptación. Entre los años 1560 a 1570, los españoles la llevaron a Italia y Borgoña, en cuyo país citado en último lugar se cultivaba en 1588. Probablemente a Drake le quepa el mérito de haber dado a conocer la patata en Europa, fuera de España, donde ya se conocía y comía. En 1610 fue de nuevo introducida en Irlanda por Raleigh y en 1663 la Royal Society procuró fomentar su cultivo en aquel país. En Alemania cultivóla Clusius en 1588; en Francia se sirve en la mesa real en 1616, aunque el primero en propagarla fuese Parmentier, bastante después; en 1716 se cultiva en Bamberg, Bayreuth y Baden y hacia mediados del siglo XVII se encuentra en Sajonia pasando luego a Leipzig. Hacia 1770 la patata se propaga en Bohemia y Hungría y a partir de esa fecha su cultivo se generaliza llegando a Rusia, Suecia Grecia, etc. Los ingleses extienden su cultivo a sus colonias y dominios de Africa, Asia y Oceanía, convirtiéndose este tubérculo en primera materia de distintas industrias y en alimento básico de muchos pueblos.